sábado, octubre 22, 2011

VIERNES 18 DE NOVIEMBRE: ESTHER GORIS PRESENTA COCO DE PARIS EN EL TEATRO MUNICIPAL


Jaque Producciones presenta el 18 de noviembre a las 21.30 horas, la obra que un país entero aplaudió de pie…Cocó de París. Esther Goris, quien brillara en el cine personificando a Eva Perón, iguala esa memorable actuación, esta vez sobre el escenario, metiéndose en la piel de otra mujer fundamental del siglo XX: Cocó Chanel.

La obra escrita y dirigida por Daniel Mañas, repasa la vida de la mujer que cambió la forma de vestir en el mundo, destacando su infancia en un orfanato, su paso como cantante de cabarets, su evolución como diseñadora de un imperio comercial y sus relaciones con Dalí, Picasso, Stravinsky, Visconti y hasta un controvertido jerarca nazi. Inteligente, combativa, irónica, mordaz, lapidaria y con un extraordinario sentido del humor. Así era Cocó y así la recrea Esther Goris.

Cabe destacar la estética del espectáculo en la que Goris luce ocho cambios de vestuario, con fabulosas reproducciones de trajes, zapatos y bijouterie que usara la misma Cocó Chanel.

La obra

Cualquier diccionario enciclopédico suele sintetizar la vida de Coco Chanel aludiendo a una “diseñadora de moda francesa que creó el traje sastre y el perfume Chanel Nº 5 mundialmente conocido y con elegancia basada en la sencillez renovó la moda”. Tal resumen no permite adentrarse en su agitada existencia, que remite a una inquebrantable lucha por ocupar un espacio y, en libertad, dar rienda suelta a los sueños que persiguió desde su niñez. Un tiempo en el que, por la temprana muerte de sus padres debió permanecer algunos años en un orfanato, con la ilusión siempre viva de recibir el vestido para su primera comunión que finalmente cosió ella, y fue el puntapié con el paso de los años para su desarrollar su futura profesión.

Es precisamente este recuerdo el que pone fin al notable unipersonal que hizo conocer entre nosotros Esther Goris.

Pero antes, el público accede a distintas instancias de su vida, su amistad con Edith Piaf, Salvador Dalí, Luchino Visconti, Lacann y su admiración por Pablo Picasso y la intervención de Winston Churchill para recuperar su libertad en la Francia de posguerra, y un sin fin de anécdotas que logran pintar a una mujer que amó, quiso ser amada y se hundió la más de las veces en la más absoluta soledad. Pero gozó de su fama y supo decir que Francia tenía tres símbolos: Edith Piaf, la torre Eiffel y Coco Chanel.

La puesta en escena

Ese viaje por el universo de un mundo lejano para muchos y cercano en la memoria de otros, se revela a lo largo de una hora ante el público, que extasiado por la palabra y los recuerdos de esa entrañable mujer, lo trasladan al París de los primeros años del siglo pasado hasta bien entrada la década del 70.

Sin una línea cronológica de su vida, Daniel Mañas, autor del libro y responsable de la puesta en escena y dirección, expuso a la actriz a un constante viaje por el tiempo para ubicarla sucesivamente y sin respiro en los años de su juventud, cuando soñaba con ser artista de varieté y cantante, su vejez, niñez y madurez, ocasiones en que Esther Goris -con cambios de vestuario- revela apuntes de la diseñadora y creadora francesa y termina por emocionar al público.

Tras dejar su huella en el cine con la recreación de Eva Perón, donde supo dar vida, energía y pasión a esa mujer de la historia argentina, en este caso se adentró en la piel de Chanel, haciendo suyas todas las vicisitudes, buenas y malas que el tiempo impuso a la afamada y aún vigente Chanel, creadora de un estilo inextinguible de la moda femenina.

Un sillón, una lámpara y un biombo, cambios de luces, voces en off y apuntes musicales, completan el marco de esta historia que supo despertar una ovación en la sala oficial.

Coco, una vida, una pasión

Gabrielle Bonheur fue con el tiempo Coco Chanel, nacida en 1883 y fallecida en 1971. Fue una de las grandes diseñadoras de modas y creadora de perfumes, una de las figuras míticas de la moda francesa y un referente internacional de la industria de la moda.

Se codeó con grandes artistas, escritores y artistas contemporáneos como Igor Stravinski, el coreógrafo Sergei Diaghilev, George Bernard Shaw y Jean Cocteau.

Todos vieron en ella a una de las pioneras del feminismo, dispuesta a romper fórmulas y esquemas.

Observadora innata, criticaba la estricta moda que seguían las mujeres (grandes sombreros, cargadas de pieles de animales y flores, corsés y recargados diseños) y desplegó toda su imaginería hasta convertirse en una de las grandes diseñadoras del siglo XX, tan trascendental como Christian Dior y otros grandes que la siguieron. Coco eliminó la moda recargada que imperaba, diseñando prendas muy sencillas, muy cómodas, de líneas rectas, pero con un toque de alta distinción; su moda fue rápidamente adoptada por el encumbrado público parisino.

Fue una mujer hiperactiva, extremadamente perfeccionista y detallista en su oficio. Solía pronunciar controvertidos dichos relacionados con la moda y los hombres. Poco dada a la actividad social redundante, prefirió las relaciones discretas y sólidas.