La risa reinó durante la hora y media que duró el espectáculo de Fabio Alberti y Diego Capusotto en la sala teatro de la Escuela Nº 1. Desde la advertencia inicial hasta el sermón del pastor Peperino Pomoro, los numerosos espectadores que le pusieron el pecho a la fría noche del viernes, encontraron en "Qué noche Bariloche" una calurosa dosis de humor con el inconfundible estilo de los ex "Cha Cha Cha" y "Todo por 2 pesos", entre otras joyas de la tele, llevados a las tablas en esta ocasión bajo la dirección de Néstor Montalbano. Apelando al lado bizarro de la actualidad, la historia y los valores políticos, religiosos y culturales, Alberti y Capusotto se alternan para mostrar personajes delirantes que ya son clásicos en este tipo de humor. "El Hombre Bobo" es el primer "conocido" en aparecer en escena. Como en todo el show, los cómicos utilizan recursos escénicos similares a los vistos en sus programas de televisión, que permiten admirar de cerca su sobrada capacidad actoral. La fuerza de Capusotto para hacer reír a través de la esquizofrenia de personas afectadas por el uso excesivo de drogas, el glamour, el poder, la ambición o la misma locura en sí, resulta exitosa y lo confirma el permanente humor del público. Entre estos últimos, la generación de los '90 dominó la presencia en las numerosas butacas vendidas, aunque hubo también varios adolescentes y más adultos que se prendieron en el delirio de la pareja. Para no caer en baches y, de paso recuperar fuerzas para el próximo "shot" de humor, "Qué noche Bariloche" alterna los personajes grandes entre sketchs donde participa todo el staff. Así cabe destacar la presencia de Germán Navetta (el gordo recordado por sus sobreactuaciones de actor con poca onda en la televisión), y videos con chistes similares a las ediciones que podían verse en "Todo por 2 pesos". Entre estos gags aparecen "los cantanes Eva y Evo", donde una imagen de Eva Perón se alterna con comentarios delirantes en tono de anuncio de gran show; "la telenovela sobre las Torres Gemelas", donde no temen en recurrir al humor negro para mostrar una posición anti Bush; "la caída de Perón en el '55", un monólogo con formato de documental que muestra a Perón "chamuyando" en un colectivo de la Línea 55 y cae contra un adoquín al llegar a la parada; el recuerdo del músico "Paul Macarne", y la balada de "Ricardo Ascona", donde un verdadero "ascona" canta una melodía entre flatos y gestos desagradables. Sin descanso para los abdominales, la risa encuentra su primer pico de la noche con "Boluda Total". La diva televisiva que creó Fabio Alberti, hace doblar a más de uno con las consecuencias del exceso de glamour e ignorancia de algunas superestrellas del medio. Más adelante, Irma Jusid constituye lo mejor de Capusotto. La responsable virtual de una cartera política contra las adicciones, pero que a la vez tiene serios problemas con el uso de psicofármacos, es el monólogo más destacado de la noche. A través de la funcionaria, Capusotto saca todo lo que le queda y hace delirar al público que, a esta altura de la noche, no sabe si quiere seguir riendo o descansar un rato. Tras esa actuación vertiginosa, la paz del pastor Peperino Pomoro termina sellando con sus bendiciones un show sin fisuras, un espectáculo que deja secuelas de humor entre el público por tiempo indefinido. Por el frío y por la risa: ¡qué noche Bariloche!
FUENTE: lA vOZ DEL pUEBLO
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