domingo, julio 24, 2011

17 de SEPTIEMBRE: No seré feliz pero tengo marido



Con once años de permanencia en cartel, y más de 500 mil espectadores, el espectáculo que encabeza Linda Peretz se presentará el 17 de septiembre en el Teatro Municipal para hablar con humor e ironía de la vida conyugal.

En su versión 2011, la obra llega en el marco de una gira que ha arribado a las principales localidades de nuestro país, Uruguay, España, Brasil, Paraguay, Bolivia, Venezuela, Colombia, México y Chile.

Las diferentes conductas femeninas son retratadas en esta pieza que no se priva de la ironía al momento de abordar una serie de fórmulas necesarias para mantener una relación de pareja. En el relato, una mujer que carga con 27 años de matrimonio revisa su vida conyugal, a través del humor.

La actriz Linda Peretz puso un sello femenino a la tradición monologuista del teatro argentino al batir un récord histórico con su unipersonal.

El libro de Viviana Gómez Thorpe, adaptado y dirigido para escena por Manuel González Gil, logró revivir los lauros ganados por la celebrada Niní Marshall con su agudo análisis de nuestra realidad social. Desde sus comienzos en los peores momentos de 2001, cuando el país estallaba, llegó a los escenarios como una ráfaga de aire fresco y de esa manera fue reconocido poco a poco por los espectadores porteños.

Linda Peretz nos ofrece desde el escenario una serie de fórmulas para mantener una sólida relación de pareja. Una mujer tras 27 años de matrimonio decide reveer muchas situaciones de su vida conyugal, algunas con humoradas y otras en tono nostálgico.

Los ágiles e ingeniosos diálogos que Viviana Gómez Thorpe propone en su libro, son rescatados ampliamente en la adaptación y en la puesta en escena y jugados por la actriz protagónica como si verdaderamente se tratara de una obra con varios personajes, ya que el marido, los hijos, la abuela, sus amigas y sus parientes tienen cabida en el escenario y lo pueblan con sus voces como si estuviesen presentes. Es una imperdible realización para todo público que también participa activamente en la propuesta porque logra ver reflejadas las realidades de todas las parejas y transformarlas en una suma reconfortante de ingenio, comprensión, talento y exquisito humor.

La puesta en escena prestó atención a la presencia del marido en cuestión, sobre la cual su abnegada y amante esposa desata su catarata verbal. Al elegir una pintora, como profesión de la protagonista, el adaptador propone un constante intercambio de la artista con su obra, provocando de esta forma un chisporroteo dramático de mucho humor y de gran agilidad escénica. La pintura del marido se convierte, de esta forma, en un personaje más que se incorpora a la dramaturgia de la obra y se transforma en un antagonista ideal para el desarrollo de la historia que se cuenta.

No hay comentarios.: